La manera en que te perciben determina tu éxito. Por ello la gran importancia de tu lenguaje corporal. Todos podemos dejar de hablar pero no de comunicarnos.
Más del 90% de lo que expresas lo dices sin palabras, tu cuerpo se encarga de hacerlo. Nadie escapa al poder del lenguaje corporal.
Nadie puede parecer lo que no cree de sí mismo. En otras palabras, sólo si crees que puedes proyectar confianza y seguridad podrás hacerlo, únicamente si crees y deseas parecer confiable y empático lo lograrás.
El lenguaje corporal y la inteligencia emocional van de la mano, tus emociones son expresadas por tu cuerpo. La inseguridad encontrará un camino para expresarse, al igual que la determinación, seguridad y sensación de ser confiable.
Existen 3 reglas infalibles para siempre proyectar confianza
- Para que los demás confíen en ti debes primero Tú inspirarles confianza (nadie puede dar lo que no tiene).
- Tu atención debe dirigirse al 100% a tu interlocutor (sólo de esa manera le harás saber “tú eres importante para mí”).
- Tu empatía es crucial para conectarte emocionalmente con la situación de la otra persona: si vas a saludar, conéctate con el gusto de saludarle; si vas a resolver un problema conéctate con la sensación “cómo me sentiría yo en una situación igual”.
El gran secreto para mejorar tu lenguaje corporal
Toda postura rígida de inmediato comunica inseguridad. El nerviosismo y la inseguridad se detectan en la cara, tu postura y la rigidez de tus manos y pies.
El secreto principal está en “tu relajación”, para lograr esta condición es preciso que antes hayas observado tu postura al estar de pie y concentrarte en la imagen que deseas dar. Nadie corrige efectivamente su lenguaje corporal sin antes observarse a sí mismo.
Una vez consciente de la importancia de tu relajación, presta atención a los siguientes consejos:
Tu postura refleja tu seguridad
La manera en que proyectas seguridad al estar de pie es tal vez uno de los trabajos más difíciles de lograr. ¿Te preguntarás por qué? Porque para reflejar seguridad tu postura debe “lucir natural”, jamás mecanizada o fingida.
- Tu mentón debe de siempre estar a 90 grados, jamás más abajo, pues reflejarás inseguridad, ni más arriba de este ángulo, ya que comunicarás arrogancia.
- Mantén la espalda recta pero no subas el pecho, el secreto está en echar los hombros un poco hacia atrás.
- Tus piernas deben estar relajadas, con una abertura natural al ancho de los hombros.
¿Qué hacer con las manos al estar de pie?
Todos al cuidar nuestra postura de pie nos hemos preguntado “¿qué hago con las manos?”. Muy sencillo, estando de pie da un pequeñísimo paso hacia atrás con la pierna derecha (con la izquierda si eres zurdo) y flexiona ligeramente la rodilla de la pierna que quedó al frente. De esta manera reflejarás mayor seguridad y, además, tus brazos de manera natural y automáticamente quedarán un poco delante. La sensación urgente de ocuparlas se disminuirá de inmediato.
Saluda bien: atento y relajado
Saludar de mano muchos pensamos que es un acto de cortesía únicamente, hoy aprenderás que además es una gran oportunidad para inspirar confianza y liderazgo en los negocios. Es el primer contacto táctil con el que se inicia una relación, un trato, una venta, una solución.
- Ve a los ojos de quien saludas, no a la mano.
- Tu palma de la mano ofrécela de manera recta y los dedos extendidos.
- No cierres la mano antes de tiempo: tu pulgar debe embonar perfectamente con el de tu interlocutor. Es hasta ese momento que debes dar el apretón. El 90% de las personas no es consciente de este pequeño pero trascendental detalle.
- Da un apretón firme, sin destrozar la mano ni dar un saludo débil.
- ¡Sonríe! A todos nos agrada más tratar con gente amable y sonriente que con gente seria e inexpresiva. Recuerda la última vez que alguien te saludó y experimentaste la sensación de que le daba lo mismo saludarte o no.
Cuida tu tono y volumen de voz
Si creías que tu voz pertenece al mundo de la imagen verbal, te equivocaste. Son las palabras que dices las que forman parte de esa área, pero tu tono de voz y volumen expresan mensajes no verbales, como tu seguridad, calma, enojo, ansiedad, etc.
Al presentarte nunca olvides decir tu nombre con seguridad y un volumen un poco más alto del que acostumbras. Como dije anteriormente tu tono de voz se asocia con tus emociones. Un mensaje como “Qué tal, es un placer conocerte” es posible imaginarlo en un tono alegre, serio, enojado, indiferente, frío. Debes de hacer congruente el tono de tu voz con el mensaje que deseas proyectar y si tu deseo es inspirar confianza ¿lo dirías muy serio? Estoy seguro que no.
Recuerda, para que los demás confíen en ti primero debes tú inspirarles confianza y, como te habrás dado cuenta esto requiere de práctica constante y consciente.
La próxima vez que interactúes con alguien sé atento a tu lenguaje corporal y cuida cada uno de los aspectos que influyen en la manera en que deseas ser percibido.
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¿Eras consciente ya de estos detalles de tu lenguaje corporal?
Me encantará leer tus comentarios.

David Navarro es Consultor de Imagen y Director General de IMAGEN EXCELLENCE CONSULTORES. Cuenta con más de 15 años de experiencia, en los cuales ha capacitado a altos ejecutivos y grandes empresas en las áreas de imagen ejecutiva, comunicación no verbal, hablar en público y protocolo ejecutivo.
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