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Por cultura popular las canas se han comprendido cómo sinónimo de envejecimiento, aunque en otras ocasiones tienen su causa en el estrés laboral o emocional, o cuestiones genéticas. Para algunos hombres la aparición de las canas les sienta bien, hasta les añade más personalidad y experiencia; para otros no tan afortunados, les hace verse de más edad y menos atractivos.

¿Cómo saber si debes o no teñirte las canas?

Si las canas aparecen antes de tiempo, por ejemplo, entre los 35 y los 40 años, teñir tu cabello (igualando su color natural) te ayudará a verte mejor. Pero si ves que las incipientes canas te dan personalidad, como si fueran “destellos de sabiduría”, entonces no lo hagas, tal vez te vayan bien.

Si las canas han aparecido entre los 40 y los 45 años de edad y cubren ya cerca del 50% de tu cabellera, tal vez sea momento de que consideres teñirte el cabello, teniendo muy en cuenta de elegir el tono más parecido a tu tono natural, si no, enfatizarás más tus facciones y las arrugas, haciéndolas más notorias.

Si las canas te van bien, entonces no las escondas;

mejor elige un nuevo corte de cabello y renuévate.

Los secretos para teñir el cabello con éxito

1.- Acude a una buena estética, no vayas a aplicarte tú mismo en casa el tinte con tal de ahorrarte unos centavos, o porque te da pena que vean que deseas teñir tu cabello.

2.- Busca un profesional competente (peluquero o estilista) que te ayude a elegir el tono más adecuado para ti.

3.- No aceptes tintes que creen un efecto rojizo o castaño rojizo, pues son demasiado obvios. Tampoco aceptes productos con amoníaco, pues éste es muy dañino para tu cuero cabelludo.

4.- Una vez que lo hayas teñido deberás tener la disciplina de retocar las raíces por lo menos cada 20 días. No hacerlo provocará que todos se den cuenta que recurriste al tinte.

5.- ¿Deseas un resultado perfecto y asumir el compromiso? También tiñe tus cejas, barba y bigote, lo cual ofrece resultados casi imperceptibles.

La vanidad masculina es discreta, pero existe.

Mientras el estilo no peligre, no debe darte pena cuidar tu imagen.

Haz de tu imagen una herramienta de éxito.