Hay un dilema que afecta a la mayoría de las empresas en términos de la imagen de su personal: no proyectan una imagen profesional apropiada.
Hablar de negocios es hablar de profesionalismo, responsabilidad, compromiso, disciplina y respeto. Pero, ¿cuántas empresas proyectan en el atuendo de su personal estas características imprescindibles en el día a día? La respuesta tú la sabes y nosotros también ¡Muy Pocas!
¿Por qué se descuida tanto la imagen del personal en los negocios? ¿Será acaso que confiamos demasiado en sólo exigir “buen vestir” al personal que tiene contacto directo con el cliente, pensando que solo ellos proyectan la imagen de la empresa? Es como creer que en un equipo de futbol únicamente los delanteros deben estar comprometidos con el éxito; se requiere del esfuerzo y compromiso de todos los jugadores para ganar.
¿No lo crees? Echa un vistazo a los siguientes hechos:
• El poder de comunicación de la imagen es tan grande que en 7 segundos cualquiera de tus trabajadores, sin importar su cargo, habrá provocado en quienes lo vean y lo traten una primera impresión. Tú decides si te preocupa que ésta sea positiva o negativa.
• El 93% de la comunicación de todo ser humano está determinado por sus mensajes no verbales, en donde su atuendo habla a los demás sin palabras todo el tiempo. ¿Vas a permitir que la apariencia de tu personal desentone con el profesionalismo y compromiso de tu empresa?
La imagen de cualquier empresa comienza desde el cargo más alto y se contagia a todos los niveles. Es un efecto imposible de evitar, ya que la personalidad de la cabeza es adoptada inconscientemente por todos sus miembros.
• Todo lo que los miembros de una empresa hagan, digan y proyecten afecta a la imagen pública de la misma.
• La mejor estrategia para proyectar una buena imagen a través de tu personal es hacerlo consciente que la reputación y prestigio de la empresa es un trabajo en equipo. Todos son la marca y su apariencia su logotipo. Nadie se salva.
Por lo tanto, la imagen del personal afecta directamente la influencia de la empresa en los clientes, los prospectos, los accionistas, la comunidad, el gobierno, etc.; sin embargo, también demuestra el grado de compromiso que tiene cada miembro por el éxito de la organización.
Algunos consejos que te ayudarán a mejorar la imagen de tu empresa a través del atuendo de tu personal son:
• Diseña un código de vestimenta que indique las prendas permitidas para hacer negocios y cuáles están prohibidas. No obstante, el paso más importante es que la cabeza de la organización sea la primera en acatar dicho código.
• Ten cuidado al implementar la práctica del viernes casual. El sentido común muchas veces juega en contra de la imagen ideal que deseas, y lo que para unos significa una vestimenta cómoda, para otros significa adelantar el fin de semana en la oficina. Sólo si tu empresa pertenece a giros de índole creativos tales como la publicidad, el cine, los videojuegos, etc., puedes prescindir del traje. Pero ¡ojo! Esto no te permite vestir en fachas. Créenos, una vestimenta casual en estos casos también puede proyectar una buena imagen. El secreto está en conocer las reglas del estilo y personalidad de la empresa.
• Capacita a tu personal en materia de imagen, te sorprenderás de los beneficios que otorga dentro y fuera de la empresa al responsabilizarse de la imagen que se desea proyectar. Recuerda que una buena reputación no cuesta dinero sino constancia y compromiso de todo el equipo de la empresa.
• No olvides que la imagen externa de tu empresa es resultado de la buena imagen que todos tus colaboradores tengan de la misma organización.
Si decides incorporar estas sugerencias, asesórate con nosotros.
Haz de tu imagen una herramienta de Éxito.